La recepción de manifestaciones de voluntad para activar la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente por iniciativa popular, sin la intervención del Poder Electoral, carece de toda legalidad pues no garantiza los principios de certeza, seguridad y pulcritud en el ejercicio de este derecho constitucional.

El Consejo Nacional Electoral valora toda iniciativa de participación pues en ella se expresa la estabilidad y vitalidad de la democracia venezolana. De allí que rechace cualquier promoción publicitaria de mecanismos distintos a los establecidos en la práctica jurídica electoral.

El Poder Electoral ha acumulado suficiente experiencia en procesos electorales y referendarios, consolidando un sistema transparente y seguro que garantiza el fiel reflejo de la voluntad soberana del pueblo venezolano. El CNE cuenta con el Sistema de Autenticación Integrado (SAI), un recurso tecnológico óptimo para garantizar la correspondencia entre la identidad del elector o electora y su manifestación de voluntad, con lo cual se evita cualquier pretensión de fraude.

Ha desarrollado, además, un marco normativo en relación con la recepción de estas manifestaciones, cuyo procedimiento cumple con la certeza de la identidad del manifestante; la seguridad en la firma autógrafa y la pulcritud en el acto realizado.

En este sentido, ratifica que cualquier recolección de firmas destinada a activar procesos referendarios, consultivos o constituyentes debe sujetarse a las normas y procedimientos establecidos para tal fin.