Venezuela es el único país del continente donde los ciudadanos pueden solicitar la revocatoria del mandato del Presidente de la República, según se concluyó en el foro sobre “Experiencias Comparadas Latinoamericanas en materia de Referendo”, donde un nutrido grupo de expertos en la materia debatió sobre los sistemas democráticos participativos, desde la perspectiva del sufragio y la toma de decisiones públicas mediante la consulta popular.

La actividad organizada por la Comisión de Seguimiento del Programa de Observación Electoral Internacional del CNE, que coordinada el rector Oscar Battaglini, contó con la presencia del presidente del máximo organismo comicial, Francisco Carrasquero, así como de distinguidos especialistas en la materia electoral.

En el encuentro se establecieron los términos conceptuales de la democracia representativa, fundamentada a finales de la década de los años setenta en América Latina, y la evolución de la misma hacia la democracia directa o participativa, donde se presentan las figuras de plebiscitos y referendos.

José Thompson, director (CAPEL) y uno de los expositores del foro, dejó sentado que el proceso político por el cual atraviesa Venezuela es de interés mundial, por cuanto la experiencia que se está desarrollando “es y será un instrumento fundamental para el aprendizaje del resto del continente”.

En este sentido, calicó de importante la pluralidad que caracteriza al grupo de veedores que participan en el evento electoral del 15 de agosto, considerando que será muy significativo el aporte mutuo entre la práctica venezolana y la capacidad técnica de los 35 miembros de diferentes Organismos Electorales de Suramérica.

Durante su intervención enumeró los países del sur de América en donde los mecanismos de la democracia directa y participativa han tenido lugar, señaló que naciones como Ecuador, Perú, Argentina y, recientemente, Bolivia, han utilizado los referendos como herramienta para tomar decisiones de política nacional o relacionadas con la materia pública.

La revocatoria de mandatos sólo a autoridades regionales

El conferencista Juan Fernando Jaramillo, por su parte, hizo comparaciones con respecto a los elementos utilizados por la democracia para ampliar la participación del pueblo. Introdujo al público en las diferencias entre plebiscito y referendo, pues estimó importante destacar que la figura del plebiscito corresponde a las consultas al pueblo sobre las políticas de Gobierno que seguirá la nación, mientras los referendos se utilizan cuando se decidirá en materia legislativa.

Al explicar el carácter inédito del proceso revocatorio que se plantea en Venezuela, argumentó que consultar al pueblo para anular el mandato de un funcionario público se había contemplado sólo a nivel de autoridades regionales, pero nunca para el mandato Presidencial.

A su modo de ver el debate que se originará del 15 de agosto en adelante será si este mecanismo puede ser manipulado por factores políticos, para activar la confrontación y ganar espacios de poder. Sin embargo, aclaró que la herramienta referendaria hasta los momentos ha servido para legitimar el sistema democrático y fortalecer la capacidad de los componentes electorales, pues su intervención debe ser íntegra y transparente para garantizar la expresión de la voluntad política de un pueblo que participa activamente en la toma de decisiones trascendentales.

Venezolanos reafirman su carácter cívico – democrático

Luego de las exposiciones, el rector Battaglini hizo uso de la palabra para describir todas las fases presentes antes de la activación del referendo revocatorio presidencial, así como la participación del Consejo Nacional Electoral como catalizador de las demandas políticas que manifestaron sectores de la sociedad venezolana.

En su recuento enumeró acontecimientos concernientes a la instauración de la directiva seleccionada desde le Tribunal Supremo de Justicia venezolano, la etapa de recolección de firmas por parte de factores políticos que solicitaron la revocatoria de diputados de la Asamblea Nacional y del Primer Mandatario de la República, así como los detalles técnicos de la verificación de las rúbricas y la detección de vulnerabilidades en la base de datos del padrón electoral.

Battaglini resaltó la responsabilidad que pesaba en  seno del Directorio por la división y las presiones  políticas presentes en la realidad venezolana, para explicar o contextualizar un poco, el clima bajo el cual el CNE ha venido asumiendo cada una de sus decisiones.

Consideró que el directorio del CNE “está plenamente conciente de que debe garantizar a los venezolanos que su decisión no será transgredida”, al tiempo que resaltó los fundamentos y principios democráticos bajo los cuales se rige el organismo para responder con capacidad y eficacia a la sociedad venezolana, “que ha demostrado en cada uno de los últimos procesos electorales su carácter cívico y democrático, en medio de un sistema donde se encuentran compatibilidades e incompatibilidades de ideas sobre el poder político”.